Patricia Dada Fumero

Entre volcanes y corazones: el alma de Finca Colorado Springs

En lo alto de Carrizal de Alajuela, donde los volcanes Poás y Barva se abrazan al horizonte, se extiende una tierra que cuenta historias de familia, dedicación y amor por la naturaleza: Finca Colorado Springs. Desde la década de 1960, esta finca ha sido mucho más que un negocio familiar; es un legado vivo, cuidado ahora por Patricia Dada, hija y compañera de camino del fundador, Juan Dada.

A lo largo de 50 hectáreas, el paisaje combina cafetales exuberantes y árboles majestuosos, recordándonos que aquí la tierra es un jardín y el café, su joya más preciada. Aunque en sus inicios fue una granja lechera, esta finca ha evolucionado con gracia, transformándose primero en un huerto de cítricos y finalmente en un santuario para el café.

Hoy, 20 hectáreas están dedicadas a la producción de café de especialidad, cultivando variedades excepcionales como Geisha, Centroamericano, Milenio, Catuai, Caturra, Sarchimor, Catimor y Excelencia. Alimentadas por ricos suelos volcánicos y el generoso río que cruza la finca, las plantas crecen en condiciones ideales, ofreciendo granos que deleitan paladares alrededor del mundo.

Pero Finca Colorado Springs no solo cultiva café; cultiva cuidado y visión. Su compromiso con la excelencia se refleja en cada cosecha, y su alianza con Hacienda Sonora ha llevado su café a rincones lejanos, compartiendo con el mundo la magia de esta tierra fértil. Colorado Springs se encuentra en constante evolución y apertura para encontrar nuevos caminos y alianzas.

Aquí, entre cafetales que susurran al viento y bosques que respiran calma, se siente que cada grano es sembrado y cosechado con un amor que trasciende generaciones. Finca Colorado Springs no es solo un lugar: es una experiencia que honra la conexión entre la naturaleza y el corazón humano.